Contenido
Entonces, ¿cómo regar correctamente las plantas de interior? He aquí algunas respuestas.
La frecuencia de riego ideal
Si riegas con demasiada frecuencia, las raíces de la planta se ahogarán. En cambio, si se riega con menos frecuencia, la planta se marchitará y morirá. Por lo tanto, es importante prestar especial atención a la frecuencia con la que se riegan las plantas. En general, es aconsejable regar las plantas de interior un poco temprano por la mañana. Esta norma es adecuada para la mayoría de las plantas de interior.
Sin embargo, cada variedad de planta de interior tiene sus propias necesidades específicas. Las plantas con follaje escaso, las plantas con flor y las plantas que se mantienen en macetas más pequeñas o de menor tamaño necesitan ser regadas con más frecuencia. En cambio, las plantas con un follaje denso y ceroso requieren un riego menos frecuente. Además, algunas variedades de plantas, como las suculentas y los cactus, requieren una pausa en el riego entre noviembre y febrero.
Por otro lado, según la época del año, la frecuencia de riego de las plantas de interior puede variar. En otoño e invierno, por ejemplo, es aconsejable regar las plantas de interior con más frecuencia, idealmente una vez cada dos semanas. Durante este periodo, entran en hibernación vegetativa. En primavera y verano, sin embargo, deben regarse con más frecuencia. Sin embargo, incluso en climas cálidos, el exceso de riego es obviamente perjudicial para las plantas de interior.
¿Cuál es la cantidad óptima de agua para las plantas de interior?
Dado que un exceso de agua puede matar a la planta, utilice un dispositivo de nebulización o similar para controlar la cantidad de agua que fluye. En general, al regar, en cuanto notes que el agua sale por los poros bajos de la maceta, deja de regar. Asegúrese también de que no haya un exceso de agua debajo de la olla. Esto podría ahogar su planta más adelante. En cambio, para ciertas plantas como la Begonia, el Caladium y la Dieffenbachia, se recomienda colocar la maceta sobre una fuente de humedad constante.
Elige bien el tipo de agua
Tanto si se riega por arriba como por la superficie, por remojo o por inmersión, es igualmente importante prestar atención a la calidad del agua utilizada, así como a su tipo. Por lo tanto, elija agua a temperatura ambiente, ni demasiado fría ni demasiado caliente. También es aconsejable evitar el agua con alto contenido en cal. Por ello, es preferible recoger agua de lluvia o simplemente de manantial (agua del grifo), que debe dejarse reposar antes de utilizarla.
Por último, debes saber cuándo hay que regar tu planta de interior. En general, cuando la tierra está un poco seca, es el momento adecuado para regar la planta. Además, cuando la tierra se desprenda de la maceta o las hojas estén menos vivas, recuerda regar tu planta.