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Tener flores bonitas en casa es algo muy bueno. No sólo ayudan a decorar el interior de su casa, sino que también son buenos para su salud. Muchos médicos dicen que tener una planta en casa mejora la concentración, la atención y la creatividad. Esto es algo bueno, porque el ciclamen es una de las plantas más adecuadas para el hogar. Veamos con más detalle cómo cultivar y cuidar un ciclamen.
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Consejos y trucos para plantar ciclamen
Lo primero que hay que hacer es plantar los bulbos de ciclamen, idealmente a finales de verano o principios de otoño. Antes de enterrarlas en el suelo, hay que separarlas unos centímetros (3-4 cm). También es importante asegurarse de que la tierra que cubre los bulbos sea fina y esté mezclada con humus. También es posible comprar una maceta de ciclamen directamente en una floristería para facilitarle la tarea. Si eliges esta opción, debes elegir siempre una planta que tenga cogollos para garantizar un largo periodo de floración.
No descuide la elección del abono
Aunque el ciclamen es una planta que tiene fama de crecer sin problemas, también necesita abono. El abono maximiza la vida de las flores de ciclamen. Para que el abono sea totalmente práctico, utilícelo una vez a la semana. Los expertos desaconsejan a toda costa el uso de productos químicos. Siempre es mejor utilizar abonos naturales. Son eficaces, fáciles de preparar y económicos.
Elimine las flores marchitas o amarillentas para obtener un hermoso ciclamen
Además de ser fácil de plantar, el ciclamen también es fácil de cuidar. En general, deben eliminarse las flores marchitas o amarillentas. Para ello, hay que tratar directamente todo el tallo donde está la flor marchita o amarillenta. En cuanto al método de corte, basta con hacer un pequeño movimiento de rotación y tirar en seco para deshacerse de la rama en cuestión. No es raro que los propietarios descuiden esta operación, aunque un tallo marchito puede pudrirse y contaminar los bulbos.
Un ciclamen floreciente y resistente gracias a un excelente riego
Como ocurre con todas las plantas y flores, el riego es necesario para su supervivencia y crecimiento. Por lo tanto, no debe dejar de hacerlo para lograr la mejor floración posible durante el mayor tiempo posible. Dos o tres riegos por semana son suficientes para mantener su planta de interior correctamente. No hay que regar en exceso para no dañar el ciclamen. También debe saber que el riego de una planta de interior es diferente al de una planta de exterior. El motivo es, sin duda, la presencia de lluvia en el exterior.
Vigile las enfermedades que pueden afectar al ciclamen
Aunque sea resistente, el ciclamen nunca está a salvo de enfermedades o peligros. Y la mejor manera de combatir estas diversas enfermedades es anticiparse a ellas. Para ello, es esencial estar atento a varias señales. Por ejemplo, hay que tener cuidado con las hojas que se secan. Esto puede indicar que la planta ha estado expuesta a demasiado sol. Las hojas amarillentas indican que el ciclamen carece de nutrientes. Por ello, es conveniente utilizar un abono más rico.
Si surgen otras complicaciones, siempre es mejor consultar a un horticultor. Este especialista podrá guiarte en los cuidados que debes tener para que tu ciclamen florezca. También podrá ayudarle a maximizar la vida de su planta y a conseguir una hermosa floración.
