Los hombres mayores siempre han usado los regalos, el estatus y la influencia para comprar el acceso a mujeres jóvenes. Pero de alguna forma se ha llegado al punto en el que tener un espónsor se ha convertido en algo aceptado por muchos jóvenes, e incluso una elección de un estilo de vida glamuroso. El tamaño de la muestra era pequeño y el estudio no totalmente aleatorio, por lo que los resultados solo dan una indicación de una posible cifra y no se pueden tomar como definitivos. La estudiante Fuente de la imagen, Nyasha Kadandara Pie de foto, Jane dice que en sus relaciones también hay amistad e intimidad. Jane, una estudiante keniana de 20 años que admite sin problemas tener dos patrocinadores, no ve nada vergonzoso en esas relaciones: son parte del ajetreo cotidiano que se necesita para sobrevivir en Nairobi, dice ella.
El problema viene cuando no existe tampoco esa unión ni esa confianza. Denial te da juego La complicidad es la base de las relaciones; un mundo de juegos, ideas y bromas que se van construyendo con el tiempo y que solo comparten esas dos personas. Si notas que de todas las frases pícaras que le sueltas el no te devuelve ninguna puede ser que no sea lo suficientemente avispado como para entenderlas, empero no es lo normal. Si un hombre no te intenta alargar las conversaciones, sacar nuevas bromas o seguirte el juego es que seguramente pasa de ti. Cuando te gusta algún quieres mantener el contacto constantemente, quisieras que la conversación no acabara, es por eso que si cuando le hablas por Whatsapp sientes que la conversación no fluye es posible que no le gustes. Hay que adeudar en cuenta que no todo el mundo tiene la misma dependencia respecta a este mundo electrónico, pero si pasa de ti por Whatsapp o no te contesta, es probable que no le gustes en la biografía real. No te habla después de una cita Uno de los momentos críticos a la hora de comenzar una relación -o no- son las horas siguientes a la primera alusión. No eres su prioridad Todos tenemos cosas que hacer en nuestra biografía, no podemos estar las 24 horas del día pendientes de una sola persona, tenemos obligaciones, amigos y comunidad. Es normal que, por mucho que te guste alguien, también quieras salir con tus amigos o pasar un rato con tus padres.