Y el fetichismo es ampliamente poderoso en Internet: resulta posible encontrar cualquier tipo de objeto, esté relacionado o no con el terreno sexual. Incluso con portales que se dedican a la compraventa de estos objetos, como es el caso de Panty. Tras escribir este artículo contactó conmigo la encargada de marketing de Panty. Navegar, comprar, recibir por correo, oler Todo pese a que, en cierta medida, cada uno somos un poco fetichistas. Es una comunidad de intercambio donde las vendedoras ponen precio a las fantasías de los hombres y estos pagan en virtud de las prendas íntimas que reciben a cambio. Exclusivamente no, pero sí es mayoritario: como me confirmó Elsa Angulo, responsable de marketing de Panty.