Los mil falos de Mapplethorpe Referir las fotos de desnudos de hombres negros tomadas por Robert Mapplethorpe significa hablar de un texto cultural que dice algo sobre ciertos modos en que los blancos miran a los negros y cómo, en esta forma de mirar, la sexualidad del hombre negro se percibe como algo diferente, excesivo, lo otro. Mapplethorpe se hizo famoso en el mundo de la fotografía artística con retratos de benefactores y protagonistas del medio vanguardista neoyorkino de los setenta, posterior a Warhol. Cualesquiera que sean sus motivaciones subjetivas o su coartada de creación, la ambigua imaginación de Mapplethorpe abre una ventana hacia la estructura fetichista de las representaciones estereotípicas de la masculinidad negra, que circulan por toda una gama de superficies cotidianas, desde los diarios, el cine y la televisión hasta la publicidad, los deportes y la pornografía. Recorremos secuencias de hombres afroamericanos que tienen nombres propios jóvenes sin excepción, saludables, de piel oscurapero vemos sólo su sexo como la suma esencial de los significados que se dan alrededor de los atributos de negritud y masculinidad. Sin importar la preferencia sexual del espectador, el resultado connotativo del texto satura completamente el cuerpo masculino negro con predicados sexuales. En Hombre en traje de poliéster, aparte de las manos, es el pene y sólo el pene lo que identifica al modelo de la fotografía como un negro. Esculpida y formada por medio de las convenciones artísticas del desnudo, la imagen del cuerpo masculino negro presenta al espectador una fuente de placer erótico en el acto de mirar.
Gratitud Resumen Objetivo: Redefinir el concepto de comportamiento homosexual analizando sus bases apetitivas, precopulatorias, consumatorias y posconsumatorias; así como analizar las bases neurales y el papel del aprendizaje en el actitud homosexual. Desarrollo: Proponemos un continuum comportamental con el cual los humanos y animales muestran comportamientos homosexuales de elocución y duración variable. Se discute el papel del dimorfismo sexual del magín y la evidencia que lo correlaciona con el comportamiento y las preferencias sexuales. También se muestra evidencia moderno que sugiere que a través del condicionamiento, los animales pueden desplegar preferencias que pasan de lo social a lo homosexual de manera temporal si pasaron suficiente tiempo junto a la pareja del mismo sexo, bajo la influencia de agonistas para el receptor de dopamina tipo D2. Inicio Conceptual Objective: Redefine the concept of amanerado behavior and its neural bases, after that to discuss the role of breaking in on learnt homosexual behaviors. Development: We propose a behavioral continuum in which animals and humans may display appetitive, precopulatory, consummatory or postconsummatory homosexual behaviors with variable intensity and duration. We discuss the role of brain dimorphism on sexual behavior and partner favourite. In addition, we show evidence indicating that animals may display learnt collective preferences that switch into homosexual preferences if they spent sufficient time of cohabitation with an individual of the same sex under the effect of dopamine type D2 agonists.
En forma Hay cosas que nos hacen perder la cabeza: el sexo, el chocolate El placer es un car vital, y una herramienta para que la especie sobreviva. Tras una alimentación familiar en la que hemos engullido entrantes, primer y segundo plato, llega el momento de los postres. Y a pesar de que estamos llenos, de que tenemos el estómago a punto de estallar y hemos tenido que desabrocharnos un botón del bombacho, sin saber muy bien cómo conseguimos hacerle un hueco al pastel. Denial hay quien se resista Nos puede el saber que aquel bizcocho, cheat chocolate caliente, nata, nueces y una bola de helado de vainilla Así que hincamos la cuchara, nos la llevamos a la boca y nos deleitamos con su sabor, su aroma, su textura. Nos invade una efímera pero intensa y placentera sensación de felicidad, de bienestar muy parecida a la que sentimos cuando abrazamos a nuestra pareja, o la besamos. Muchas de las experiencias de nuestra biografía que consideramos transcendentes activan en nuestro cerebro una especie de botón de recompensas.