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Eso está bien hasta cierto punto, pero no es aplicable a todos los alimentos y, sobre todo, cuando se almacenan boca abajo.
El frigorífico-congelador, en conjunto, mantiene los alimentos frescos. Sin embargo, hay ciertas formas de almacenarlos para optimizar su conservación en frío. ¿Qué son? Descubre lo que debes y no debes hacer para organizar tu nevera y conservar las cualidades nutricionales de tus alimentos.
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Lo que significa mantener la nevera ordenada
Si quieres conservar tus alimentos en la nevera el mayor tiempo posible, hay algunas reglas que debes seguir. En primer lugar, hay que entender que este equipo de refrigeración tiene zonas más frías que otras. Para aprovecharlas al máximo, debe consultar las temperaturas de conservación recomendadas para los alimentos frescos. De lo contrario, pueden deteriorarse.
En general, un frigorífico tiene un rango de temperatura de 0°C a 5°C. El lugar más frío suele estar en la parte inferior, en el compartimento que está encima del cajón. La temperatura aquí varía de 0°C a 3°C. Aquí se almacenan los alimentos que requieren una temperatura fría constante, como la carne, las aves, el pescado crudo, el queso, los productos lácteos y las salsas. También se almacenan aquí las sobras y los platos preparados.
En la zona media, la temperatura se ajusta entre 4°C y 6°C. Aquí se pueden almacenar frutas y verduras cocidas, carne, aves, cremas y pescado ahumado o cocido.
Naturalmente, en el cajón de las frutas y hortalizas frescas, que se pueden conservar a una temperatura de entre 6 y 10 °C, se encuentra el cajón de las verduras. En el caso de las zanahorias, hay otras formas de almacenarlas después de la cosecha, además de la refrigeración.
En cuanto a la puerta del frigorífico, la temperatura es de unos 6°C a 8°C. La leche, las bebidas y los zumos de fruta, los huevos, la mantequilla y la margarina se guardan en el frigorífico. En el lado del congelador, la temperatura baja a -18°C. En este compartimento se guardan todos los alimentos congelados, la comida congelada y los helados.
Alimentos que no deben ponerse en la nevera
Aunque el frío limita la proliferación de ciertos microbios y el riesgo de intoxicación alimentaria, es importante saber que algunos alimentos se conservan mejor al aire libre. Por ejemplo, puedes meter las patatas en una bolsa y dejarlas en un lugar seco. El ajo puede almacenarse en un lugar oscuro y seco. Los tomates pueden ablandarse con el frío y perder su sabor. Se conservan mejor a temperatura ambiente. En contra de la creencia popular, es mejor mantener los aguacates, los pepinos, la albahaca, los melones y las sandías fuera de la nevera. De lo contrario, pueden perder su sabor y textura. Recuerda también que, aunque el frigorífico tenga compartimentos para los huevos, es mejor dejarlos a temperatura ambiente. Esto mantendrá su sabor.