Contenido
Los tomates son un ingrediente esencial en la cocina. Por eso, muchos hogares franceses las utilizan en sus huertos. Si quiere disfrutar de una buena cosecha, esta planta necesita un suministro suficiente de nitrógeno, calcio, minerales, potasio y fósforo. ¿Qué abonos naturales contienen todos estos nutrientes?
Cáscaras de huevo: una buena dosis de calcio
El calcio desempeña un papel importante en la estimulación del crecimiento de los tomates y en la prevención de la aparición de manchas marrones o amarillentas en las plantas jóvenes.
Para asegurar la ingesta de calcio, toma algunas cáscaras de huevo. A continuación, póngalos al sol para que se sequen rápidamente. Aplastar las cáscaras con un mortero o una botella.
Al plantar, añada una cantidad de este polvo a cada agujero. También puedes esparcir las conchas directamente en la base de la planta. No te olvides de regar para que los nutrientes se impregnen.
Voir cette publication sur Instagram
Estiércol de ortiga: una fuente de nitrógeno
Los tomates tienen una mayor necesidad de nitrógeno. El nitrógeno proporciona los nutrientes necesarios para el crecimiento de la planta, especialmente de los frutos. Las ortigas son conocidas por su composición rica en nutrientes. Coge unas cuantas hojas de esta planta para hacer tu propio abono orgánico.
Para ello, macerar 1 kg de hojas de ortiga en 10 litros de agua durante unas dos semanas. Una vez que el estiércol esté listo, debe diluirse aún más con agua pura antes de regar las plantas con él. La frecuencia de uso debe ser cada 15 días.
Estiércol de consuelda: un aporte en minerales
Al igual que las ortigas, el abono de consuelda se prepara de la misma manera. El producto se obtiene macerando 1 kg de hojas de consuelda en 10 litros de agua. Para diluir el abono, utilice un 10% de este líquido en un 90% de agua limpia.
Si se combina este abono con el estiércol de ortiga, se obtendrá una mejor producción durante la floración y la fructificación. Además, los tallos y las hojas son más fuertes y abundantes. Sin embargo, es aconsejable utilizar agua de lluvia para conseguir este resultado.
Ceniza de madera: rica en potasa y fósforo
Por último, este abono es el más fácil de encontrar de la lista. Basta con recogerla en la chimenea o en el cenicero de la barbacoa. ¿Sus ventajas? La ceniza de madera no sólo actúa como abono, sino que también protege a los tomates contra las plagas.
Antes de sembrar, añade unas cucharadas de ceniza en cada agujero. Combinada con el agua de lluvia, la ceniza de madera optimiza el rendimiento del suelo. También proporciona la nutrición necesaria para el desarrollo de los tomates desde las raíces hasta los tallos y los frutos.
Sin embargo, el uso excesivo de este producto podría modificar el pH del suelo, por lo que hay que considerar la posibilidad de moderar la dosis.