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Planchar es una de las tareas domésticas que la mayoría de las mujeres odian. Planchar suele llevar mucho tiempo, pero hay trucos que te librarán de la tarea rápidamente y seguirán haciendo que tu ropa quede bien planchada.
Ajuste la plancha a la temperatura adecuada
Es fundamental ajustar la temperatura de la plancha en función del material. Un simple reflejo es leer la etiqueta. Junto al clásico símbolo de la plancha hay unos puntos que, cuanto más numerosos son, más resistente es el tejido al calor. Si las etiquetas son tus enemigos jurados y las cortas cuanto antes, consulta directamente las temperaturas básicas.
Una temperatura baja de unos 110°C es perfecta para planchar seda, nylon y otros materiales delicados. Una temperatura media de 150°C es ideal para la lana o el poliéster. Por encima de eso, la temperatura alta es para los tejidos más resistentes, como el lino.
El almidón es tu amigo
Según la influencer de limpieza británica Mrs Hinch, es un producto especialmente eficaz para facilitar el planchado. Se suele utilizar para las camisas que pueden ser difíciles de planchar, pero también funciona bien en otros tejidos y prendas. También ofrece una excelente protección contra las manchas y el polvo. Así que puede estar seguro de que su ropa favorita está a salvo.
Comienza rociando el almidón en el interior de la prenda y luego arruga para que penetre efectivamente en la fibra. Además, planche sobre un paño aún húmedo. Si es necesario, rocíe su ropa con agua caliente para facilitar la operación.
Mantener la plancha
No basta con tener una buena plancha. Por supuesto, la elección de la plancha es esencial (una plancha de vapor central es el «must have» en este sentido) pero también es necesario el mantenimiento de la plancha. Una plancha dañada afectará al estado de sus tejidos. Por ejemplo, no dude en hervir el agua de su plancha. Si vives en una zona con agua dura, no hervir el agua podría acabar obstruyendo la plancha.
Esto puede provocar manchas en la ropa y dificultar el planchado. En general, limpie su plancha con regularidad para evitar un desastre en sus tejidos. Como cualquier electrodoméstico, su plancha necesita un mantenimiento.
Plancha en una superficie adecuada y cómoda
Utilice una tabla de planchar en toda su superficie para evitar las arrugas. Por ejemplo, coloque la parte superior de su prenda en la parte más ancha y las mangas en la más estrecha. Utilizar una tabla de planchar a la altura adecuada también evitará el dolor de espalda.
Cuando planches un mantel o una sábana, utiliza una mesa amplia en la que puedas dejar la ropa plana. Sin embargo, proteja la madera para que no se queme y dañe su mesa.
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Planchar la ropa del revés
Plancha tu ropa del revés para evitar ese fino brillo en las prendas oscuras. Si la plancha deja marcas accidentalmente, el tejido no se verá afectado. También evitará la preocupación de quemar sus botones.
Si la prenda lleva un estampado, es incluso obligatorio evitar arrancarlo o fundirlo, lo que dañaría tanto el tejido como la plancha.